Estamos en noviembre.
La temporada turística se acaba, los visitantes vuelven a sus países de origen, a su vida cotidiana y Mallorca es otra, como nos dice este escaparate, con sus maniquíes fríos, desnudos, solos…
Atras queda el sol, el bullicio, el ajetreo del verano con su ir y venir de gentes de todas las nacionalidades.
Ahora toca la tranquilidad, el sosiego y el descanso bien ganado.
¡¡¡¡Hasta el próximo año!!!!