India

 

Kerala es un estado situado al sur de India.

Los idiomas oficiales son el Malabar y el Tamil que coexisten con un Ingles salpicado de palabras autóctonas. Su capital es Trivandrum y su población (una de las mas alfabetizadas del país) es de 32 millones.Las religiones mayoritarias son el Hinduismo y Cristianismo, aunque el Islam está también extendido.

Estos son datos que se pueden encontrar en cualquier enciclopedia pero para el viajero occidental lo mas llamativo son los colores, los olores, el bullicio, la circulación caótica a base de bocinazos (a lo que ellos llaman Pi Pi) y donde la preferencia de paso la tiene el vehículo mas grande, al margen de cualquier señal vial, y por encima de todo, sus gentes, felices a pesar de la precariedad en la que viven, amables y respetuosas.

Este viaje lo enfoque a fotografiar personas realizando sus trabajos cotidianos en aldeas y pueblos recónditos que resultaron ser el sueño de cualquier fotógrafo, pues si pedía a uno que posara para mi, al momento se ofrecía otro, ofendido por no habérselo pedido a el.

Yo, por aquellas playas kilométricas, llenas de chozas construidas con hoja de palma, donde viven los pescadores, parecía el flautista de Hamelin con una larga fila de niños detrás, riendo y llamándome a voces ¡¡¡blanco, blanco!!! señalando a la vez posibles instantáneas , y a cambio de su ayuda me pedían una foto, maravillados de verla al instante en la pantalla de la cámara.

Tengo multitud de anécdotas , pero quizá la que sigue despertándome una sonrisa cuando la recuerdo, es la del señor con una tienda en la que vendía de todo, pero no tenia casi de nada, al que le hacia mis pedidos como pasta de dientes, algún refresco en concreto, etc… y me emplazaba para el día siguiente a determinada hora para entregármelo  y allí me esperaba con otras gentes, vecinos o familiares a los que ¨me enseñaba¨ y presumía de cliente V.I.P.

Es muy difícil en pocas lineas explicar lo que se puede ver en sus mercados, donde los cuervos son los que realizan las tareas de limpieza, y cosas que sorprenden a cualquier occidental,como la limpieza del elefante a la puerta de casa, como si del coche se tratara, o la venta ambulante de gafas graduadas, donde el cliente se las va probando y elige aquellas con las que mejor ve.

Kerala no es para contarla, hay que vivirla.