La higuera ha tenido un papel preponderante en todos los pueblos, no ya por sus virtudes narcotizantes o hipnóticas, si no por la magia que ha inspirado en la mentalidad popular.
Se dice que fue el árbol del que comió Adan en el paraíso y que bajo la higuera se ocultó el primer hombre después de su caída. En el folklore judío la higuera es un emblema de paz, prosperidad y seguridad, y por el contrario en la leyenda cristiana es un árbol maldito, pues en ella se ahorcó Judas después de vender a Jesús por 30 monedas.
Esta higuera de las fotografías que se encuentra entre Son Servera y Sant Llorenç des Cardassar en Mallorca, está situada en un montículo y se divisa a distancia, recortada contra el cielo nítida y sola.
Ha servido para publicitar varias cosas, entre ellas: un calendario, un libro sobre Alzheimer, un ayuntamiento… y allí sigue año tras año con el cielo de fondo y su leyenda a cuestas.
